Tansporta a los asistentes a un bosque encantado que vibra y respira con la música. Inspirado en la atmósfera onírica de Alicia en el País de las Maravillas, este evento se sumerge en una realidad alternativa donde los árboles no son simples espectadores, sino protagonistas vivos del ritual sonoro.

La naturaleza cobra una dimensión mágica: los árboles laten visualmente con luces sincronizadas al ritmo de la música, como si danzaran con cada beat. La escenografía combina lo fantástico con lo sensorial, creando una experiencia inmersiva donde la percepción se expande y lo natural adquiere un lenguaje propio.

Esta fiesta celebra la conexión orgánica entre música, entorno y cuerpo. Invita a
quienes la habitan a dejarse llevar por un universo de fantasía sensorial, donde todo lo que rodea —flora, luz, sonido y movimiento— se une en un mismo pulso.